Vive Dios que me asombra la grandeza
de este Arsenio Escolar y su escritura,
golpes en verso de singular bravura,
contra quienes sin rastro de vergüenza
nos esquilman cual rayo que no cesa.
Ni Mariano ni Aguirre, ni ZP ni Aznar,
ni el Rey, ni Cospedal, ni la Botella,
ni Blesa, ni la Mato, ni Felipe,
ni Guindos, ni Montoro, ni Pujol,
que aquí ni Dios se salva de la quema,
de la acerada pluma que apuñala
tanto inútil, corrupto, vago y ánsar,
pues más bien patos y ánades parecen
los que Arsenio despluma con su daga,
rebosante, como el título proclama,
de “Arsénico sin compasión,
radiografía (en verso)
de la actualidad de España”.
Si Quevedo saliera de su tumba,
llevando de la mano a Góngora y Zorrilla,
pasmáranse los tres de la osadía
de quien desde la prensa y la poesía
transforma en hilarante regocijo
el cúmulo sin fin de tonterías
de quienes aliñaron esta crisis
con tal torrente de burdas tropelías.
Yo me quito el sombrero y, cual Cyrano,
mi pobre pluma saluda a la del genio
que convierte los versos en espada
para batirse con ella en mil entuertos.
Liberalismo hipócrita, sobornos,
fiscales amnistías para amigos,
ristras de chorizadas financieras,
Noos y Bárcenas, cajas requebradas,
ninguna de las recientes patochadas
se libra de tan ácida mirada
que con arsénico feroz hace limpieza
y proclama con rimas desatadas
que ya está bien coño, ¡voto a bríos!,
de soportar a tanto mangurrino.
Discúlpeme el lector lo malsonante
de estos inevitables exabruptos,
pero es que leer a Arsenio ha despertado
la necesidad de unirme a su voz fiera
y pedir que, de una vez y con premura,
tomemos la Justicia por bandera.
Mas ya me callo, pues, en mi demasía,
me olvido de que esta bitácora modesta
debe loar a los maestros que la economía
nos enseñan con brío y pluma diestra.
Sin más les dejo el gozo y el disfrute
de una florida muestra del alarde
de convertir en poesía lo que muchos
son incapaces de explicar porque no saben
que antes de largar hay que enterarse,
pensar, reflexionar y, sobre todo,
no comulgar con ruedas de molino,
esas mismas que mucho nos trituran.
A desmontar liberalismo de diseño,
Escolar le dedica un buen empeño
con aqueste mandoble anti-Esperanza,
que, cual todos los siguientes del maestro,
subrayaremos en «cursiva entre comillas»:
«Te proclamas liberal,
denuncias mamandurrias,
mas todas tus bebendurrias
son en despacho oficial.
Proclamas en tu ideario
que lo público es chinchurria,
pero toda tu vidurria
vas cobrando del erario.
Desde pequeña canturrias
pidiendo menos Estado,
mas como tú no has llegado
a Moncloa… pues tu amurrias.»
En diálogo fiscal con don Cristóbal,
implacable Montoro de la renta,
quéjase un defraudador de aquesta guisa
y amnistía recibe por respuesta:
«-Me rindo y canto, sí… Pues mi tesoro
ayudome LB a llevarlo a Suiza…
-¡Detente, que mejor estás callado!
-¿Es que algo dije mal, señor Montoro?
-Si es el Cabrón quien todo te organiza…
¡es que eres de los nuestros! ¡Amnistiado!»
Reaparece el Cabrón en otros versos,
pronunciados sin tino por Mariano:
«Lo admito; me he equivocado
y a Luis durante estos meses
le he mandado esemeeses,
pero pillar no he pillado.»
No nos creemos mucho la disculpa,
pues Gurtel, Noos y otras mandangas
nunca cesan de arruinar la fiesta,
por más que con confetis se disfrace
y el PP a Sepúlveda despida, pagando,
por si acaso, pasta cierta:
«Casi me da un patatús
al saber lo de tu pasta.
¡Pillas, pillo! ¡Ya te basta
para otro Jaguar, Jesús!
Si algo sobra, juega al mus
ve a Suiza con Ana un rato;
con confeti y boato,
haced fiestas, comuniones,
cuchipandas y excursiones
de aquí Pillo y aquí Mato.»
Despidieron también a quien más pesa,
amigo de pupitre, ese tal Blesa,
mas de poco sirvió pues otro igual
llegó apenas pasó siquiera un Rato.
Contra el primero de ellos, escaldado,
un cachorro de Aznar ansí proclama:
«-¡Lo tuyo es impresentable!
Con los pelos que ha dejado
mi padre por tu tinglado!
¡Eres bobo y miserable!
A la Espe y a sus caspas
les das la Ceca y la Meca.
A tu sobrina, hipoteca.
Y a mi papi, ni unas raspas.(…)
Los Aznar y la cuadrilla
cambiaron de cortijero
mas ni mejoró el granero
ni se volvió la tortilla.
El cortijo acabó mal.
No salió de aquellos lodos.
Con otros lo fusionaron
pero ni aun así evitaron
burlar su suerte fatal.
Lo pagamos entre todos.»
Y como dijo el Tenorio,
puede Arsenio proclamar
“yo a los palacios subí”…
y encontreme infanta allí,
que se ganó unas coplillas
con quevedesco homenaje:
«Engrandece por igual
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y es tanta su majestad
que hasta los palacios sube,
y a Cristina, esa querube,
sorbe seso y voluntad,
y a Iñaki, en su probidad,
lo convierte en mandadero,
poderoso caballero
es don Dinero.»
Escolar con su poesía
no para de destripar
a quien tanto lo merece
por nuestra patria esquilmar.
Mas yo me detengo aquí,
pues no quiero más contar
de este libro sin igual
que recomiendo adquirir.
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Título comentado:
-Arsénico sin compasión. Una radiografía (en verso) de la actualidad española. Arsenio Escolar, 2014. Ediciones Península, Barcelona, 2014.
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